Vuelos de golondrina
|
SLO. HTR. Y lo que surja. |
Vuelos de golondrina
El trono de Castilla
Para situarnos más o menos en la historia, os
contaré que llevo unos cuantos siglos enterrada, mi nombre fue nombrado y por
algunos aterrado. Para quienes no lo sepan una pequeña pista daré, morí tal y como viví plantando cara a mis
enemigos.
Soy, hija de Juan II de
Castilla y de Juana de Aviz, nací en Ávila hacia 1451 y dos años más tarde
nacía mi querido hermano Alfonso. Tengo otro hermano que vive en la corte, el
Rey Enrique IV. Cuando mi padre murió, él pudo ascender al trono y hasta ahora
vive en Segovia, a nosotros nos educó don Gonzalo Chacón, un hombre alto y
guapo que velaba siempre por nosotros, ejerció tanto como de educador como de
padre. Nosotros vivimos en Arévalo. Casi
nunca hemos visto a Enrique, desde que subió a la Corte no hemos vuelto a saber
de él.
Un día llegó un
emisario de Segovia, de la Corte. Mi hermano requería nuestra presencia en la
Corte, pues iba a ser padre por ello, dispusimos todo para poder ir hacia allí,
tenía tantas ganas de ver a mi hermano mayor… En la misiva hablaba de que
fuéramos Alfonso y yo y nadie más. Nuestra pobre madre no pudo venir pero
fuimos con Chacón. Cogimos nuestras cosas, nos subimos a los caballos y nos
dirigimos hacia allí. Dejábamos Arévalo con mucho pesar y más dejando a mi
madre allí. El camino era largo, pasamos por un sendero que estaba muy rocoso y
lleno de árboles frondosos.
Pasaron unos días hasta
llegar a Segovia y pudimos ver a mi hermano por fin. Llegamos a Palacio y
pudimos apreciar los grandes ventanales que salían de muchos lugares y las
preciosas puertas que eran infranqueables. Llegamos hasta la sala del trono
donde solo había un sillón, en el cual
reposaba el escudo de Castilla, en él veía los leones que se encontraban en él.
En ese mismo momento conocimos a nuestra reina, Juana de Avis, hermana del rey
de Portugal. Pasamos demasiado tiempo allí, en el cual, perdí a Alfonso, mi
hermano e intentaron hacer que me casara con varios pretendientes, entre los
cuales se encontraba el marqués de Viana.
Un día estaba en el
castillo, encarcelada por el fiel amigo de Enrique, Pacheco, para que me casara
con quien él quería. Estaba en el jardín con mi confesor leyendo en el jardín,
cuando vino un hombre montado a caballo.
Y así lo hice, fui
hasta Ocaña, para poder ver a mi futuro esposo. Cuando llegamos allí, él ya
estaba allí y en la misma fiesta nos presentaron. Fernando era alto, moreno, apuesto y
sobretodo muy educado, digno de un rey. Pasaron unos días hasta que me casé con
él. Una vez contrajimos nupcias lo hicimos público y fuimos a Ávila para vivir
allí.
Años después murió mi
hermano Enrique, mi esposo estaba en Aragón con unas revueltas que tenía allí y
como no podía más me proclamé Reina de Castilla en 1474. Ahora todos me debían
fidelidad y cuando Fernando se enteró se enfadó de tal modo que los ojos le
brillaban fuego.
A medida que pasaba el
tiempo, queríamos aumentar el territorio y queríamos el reino de Granada. Nos
costó pero conseguimos unir todo el territorio en un solo reino. En 1492
obtuvimos dos victorias, Granada y la nueva España.
Cuando morí en Madrigal
del Campo, ordené que me enterraran en principio en Granada, en la Alhambra y
que cuando Fernando muriera me llevaran con él.
Morí igual que viví,
plantando cara a mis enemigos.
¿Quién soy?
Etiquetas: SLO. |