SLO.
HTR.
Y lo que surja.

Vuelos de golondrina
Con las alas sobre la arena...
Golondrina sigue con las alas mojadas!).

-¿Cómo vas a ser la soledad? -le pregunté, incrédulo. Supuse que todo aquello era una farsa para asustarme. 

-Piénsalo: ¿quién más podría haber a estas horas y con esta lluvia por las playas de una isla desierta? -Sus palabras me provocaron un gran desconcierto; pero duró poco: mis párpados se cerraron como atrapados por una fuerza invisible e imparable. 

Me desperté en una posición incómoda, estaba tumbado sobre la arena y el agua casi me rozaba mis patas. Lejos, oí un rumor y distinguí la voz de la soledad hablando con alguien. 

-¡Hola, soledad! Otra vez por aquí, ¿eh?

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